Fue el tercer encuentro organizado por Ciudadanos por la Memoria y coordinado por la Subdirección de Arte, Cultura y Patrimonio de la Universidad de Los Lagos y la Subsede Ulagos de Ancud.

La actividad se enmarca en la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado y tuvo como expositor a Ricardo Tamayo, escritor y librero radicado en Ancud, quien presentó el proyecto literario: “Quimantú, un libro en cada mesa”. 

QUIMANTÚ

La editorial nacional y estatal Quimantú se propuso la democratización del libro y la lectura mediante una política de producción masiva y distribución que abaratara sus costos y acercará libros y revistas a los circuitos cotidianos de trabajadores y trabajadoras, estudiantes, niños y niñas.  Sin embargo, con el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973,la editorial fue cerrada por la Junta Militar (Biblioteca Nacional Digital, Memoria Chilena). 

Ricardo Tamayo, escritor, librero y quien estuvo a cargo de la exposición, dijo que la editorial estatal Quimantú fue un proyecto “súper importante. De hecho, acá mismo se dijo en medio de la conversación con la gente y los amigos, que era el proyecto cultural más importante de los últimos tiempos y esa cantidad de libros editados y selección de libros tan amplia y pluralista lo convirtió en un proyecto exitoso”. 

Uno de los asistentes fue el historiador Bladimir Corrales, quien agregó: “La literatura es uno de esos espacios que permiten que la persona que recibe el mensaje, independiente de su carácter y de su definición ideológica, tenga la posibilidad de abrir el pensamiento y pensar más allá”. 

El carácter estatal, según Geno Muñoz, fotógrafo, la hizo exitosa porque “(el proyecto Quimantú) tiene la riqueza de ser una empresa autogestionada por lo tanto tuvo estrategias en las que participaban muchos integrantes, quienes realizaban una muy buena estrategia de difusión”. 

Vanessa Álvarez, gestora cultural en Chiloé de la Subdirección de Arte, Cultura y Patrimonio de la Universidad de Los Lagos, indicó que el objetivo de “estos ciclos de conversaciones tiene que ver con generar espacios de conversación y, este en particular, con dar cuenta sobre un proyecto político de la Unidad Popular con la masificación del libro y con ello de la lectura. Un libro no costaba más que una cajetilla de cigarros.  Hoy, al igual que en los otros encuentros, hemos tenido una charla con una muy buena asistencia de personas que vienen a conversar, a intercambiar ideas, experiencias y de eso se tratan estos espacios”. 

Por último, Alicia Estay, profesora de filosofía, puntualizó que este tipo de proyectos siguen vigentes en el recuerdo porque fue “(…) un trabajo de difusión cultural que no ha logrado ser superado ni comparado con otros esfuerzos. La razón es que tenía un brazo político y claridad de una economía que socializa esta cultura”.