Cuando la mayoría de la comunidad universitaria ULagos se encontraba en receso por vacaciones, académicos y académicas de la carrera de Enfermería de la Universidad de Los Lagos siguieron trabajando voluntariamente en el inicio del proceso de vacunación en Chile, considerado el primer paso para volver a la normalidad, tras la pandemia causada en todo el mundo por el virus COVID-19.
De esta manera, un equipo de estudiantes y académicas/os ULagos atendió el llamado del Departamento de Salud Municipal (DESAM) y de la Secretaria Ministerial de Salud Los Lagos para apoyar el proceso de vacunación, que se inició el pasado lunes 1 de febrero, en el recinto Arena de Puerto Montt. El equipo de voluntarios lo integran las/los estudiantes Camila Cárcamo, Javier Arel, Marcelo Chávez, Franco Lancellotti, Cristian Gallardo, Constanza Farías, Rayén Lincopan y Alejandra González, junto a las académicas Clara López, María Eugenia Lagos, Ana María Araya, Nadia Pacheco, Angélica Arriagada, Betty Antiñirre y el académico Carlos Alberto Fernández.
“Como enfermeros y enfermeras siempre estamos en primera línea, no importa el lugar o el período del año en que nos encontremos, nuestra vocación siempre es el servicio. En este caso, había una necesidad objetiva de apoyar a los equipos de salud de los distintos centros de salud familiar, ante lo cual teníamos que responder, porque para la comunidad vacunarse es un primer paso de esperanza para superar la enfermedad”, comentó Clara López, académica del Departamento de Salud.
En la práctica, sólo profesionales de la salud se encargaron efectivamente de vacunar a la población de personas mayores llamadas en las dos primeras semanas de febrero. Por su parte, el estudiantado se dedicó a tareas de apoyo relacionadas con la verificación de los casos de contagio previo por COVID, en la orientación a pacientes y sus familias y en los cuidados post vacuna.
Franco Lancellotti, estudiante de quinto año de Enfermería ULagos, no sólo estuvo entre los primeros voluntarios a colaborar, sino también entre los primeros en recibir la vacuna Sinovac, como integrante del personal de salud. “Quise participar porque quiero ser parte de la historia. Ha sido bien intenso, pero también bien gratificante estar ayudando a que volvamos a la normalidad y percibir la gratitud de los y las pacientes. Al principio entran ansiosos, porque no saben qué pasará, pero al final se van esperanzados, con la percepción de que la pandemia se va a terminar”, comentó el estudiante.
