Elcira Maricoy Llaima patrimonio vivo de Chiloé fue homenajeada en la Universidad de Los Lagos
Campus Pto Montt
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En dependencias de la Universidad de Los Lagos,  se realizó un homenaje a Elcira Maricoy Llaima “una mujer sin igual”,  patrimonio vivo de la isla de Cheniao, mujer chona huilliche que cumplió 103 años, este 16 de julio.

Hasta el auditorio ubicado en calle Serena #77, en el centro de Puerto Montt, llegaron autoridades regionales y de las comunas de Puerto Montt y de Chonchi para homenajear a la poetisa, cantora, constructora de embarcaciones chilotas, navegante, jinete de carreras de caballos, hilandera, tejedora, artesana del boqui, junquillo y manila; agricultora, mariscadora, pescadora, curandera y futbolista.

La actividad fue organizada por la Agrupación de Artesanos Social y Cultural Flor de Chilco y la agrupación de emprendedoras Rumi Rayen.

En este homenaje se destacó la historia de la centenaria, partiendo por su origen y siguiendo por su trayectoria a lo largo de un siglo.

Elcira del Carmen Maricoy Llaima, hija de Alfonso Maricoy Llaima y de  María Natividad Llaima Nahuelanca, nació el 16 de julio de 1920, en el sector de Callao en Cheniao.

De origen chona huilliche, Elcira es madre de dos hijas, a quienes  crió y cuidó junto su madre que vivió hasta los 105 años de edad . Ella construyó una embarcación con sus propias manos; de la cual fue su navegante. Ella también es una mujer machi y curandera,  artesana conocedora de las maderas y de las bondades del bosque.

Elcira enseñó a niños, niñas y mujeres el antiguo arte de la cestería, en la escuelita de Cheniao. Cultivaba la tierra, sembrando lentejas, avena, trigo, linaza, papas, arvejas, habas, repollos, ajos, lechugas, chalotas, entre otros.  Esquiladora de ovejas, preparaban la lana con teñidos, para luego hilar y tejer.

Elcira se hizo conocida en la isla, preparando brebajes medicinales  para los bronquios, cistitis, “empacho” o el corazón. Conocida como al “meica” era buscada  desde Castro y de las islas cercanas.  Montaba a caballo y era jinete de carrera conocida como la “Quintrala”,  además de cuidar y criar  caballos, bueyes, patos,  gansos, gallinas, pavos y ovejas.

También fue reconocida como cantora de cantos propios y principalmente de Violeta Parra. Pertenecía al equipo de fútbol de Cheniao, que competía con los equipos de otras islas cercanas.

Elcira asegura haber vivido en una isla encantada, donde se avistaban de la nada enormes embarcaciones iluminadas, en donde vislumbraba “entierros”, que dejaban ver a sus guardianes iluminados, se escuchaban coros de niños cantando y se veían apariciones extrañas.

Así fue reconocida Elcira Maricoy Llaima en su cumpleaños número 103, celebrado en la Universidad de Los Lagos.

 

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Publicado por: Paulina Ossa Magaña