En una jornada llena de aprendizaje y memoria viva, las hermanas Sandra y Bersabé Catilicán Millatureo, cultoras reconocidas y ganadoras del Fondart Nacional 2025, compartieron su legado del quelgo con estudiantes de Terapia Ocupacional de ULagos, fortaleciendo la transmisión de un oficio ancestral declarado patrimonio cultural inmaterial de Chile.
Un taller cargado de memoria, tradición y aprendizaje se desarrolló en la sede Chiloé de la ULagos, en el marco del proyecto “La tradición del tejido en quelgo en Isla Lemuy”. La jornada reunió a las hermanas Sandra y Bersabé Catilicán Millatureo, reconocidas cultoras y ganadoras del Fondart Nacional 2025, quienes compartieron su profundo conocimiento en torno a esta técnica textil ancestral.
A la instancia se sumaron estudiantes de Terapia Ocupacional, quienes participaron en una experiencia formativa que les permitió dialogar con un saber vivo transmitido por generaciones de mujeres chilotas. Guiados por las manos de las tejedoras, las y los estudiantes conocieron la dimensión cultural, afectiva y comunitaria del quelgo.
Una tradición que se aprende desde la vida familiar
Durante la actividad, Bersabé Catilicán compartió un testimonio profundamente emotivo sobre su camino en el tejido, una historia marcada por la perseverancia, la enseñanza materna y la continuidad familiar del oficio:
“Yo empecé a tejer cuando tenía 12 años. Primero a hilar, después el lavado, y recién ahí empecé a tejer. Me costó, porque era chica y me gustaba más jugar que trabajar. Pero mi mamá fue insistente, tuvo harta paciencia para enseñarme. Cuando hice mi primer tejido y me pagaron, me entusiasmé y seguí tejiendo más. (…) Gracias a mi madre aprendimos este oficio. Ojalá nunca se pierda, y si hay chicas jóvenes que quieran aprender, nosotras estamos dispuestas a enseñarles. Solo necesitan entusiasmo. Estoy muy agradecida de todo”.
Su relato resonó profundamente entre las y los asistentes, revelando la dimensión humana y comunitaria de un arte que ha sostenido a generaciones.
La actividad abrió también un espacio para reflexionar sobre la relación entre la formación profesional y los conocimientos territoriales. En esta línea, Nataly Cerda, directora docente de la carrera de Terapia Ocupacional, destacó:
“Dialogan tanto el saber que exportan las mujeres tejedoras de Chiloé con lo que es la terapia ocupacional. Esto se relaciona con el arteterapia, que puede usarse como medio o fin para intervenciones, ya sea en salud mental o en el vínculo con la comunidad. Es muy importante vincularlo con la carrera, porque las terapias ocupacionales se desarrollan dependiendo del territorio desde donde trabajamos”.
Además, explicó que esta experiencia se articula con la asignatura Modelos de Atención en Salud, donde el foco está en las actividades significativas para las personas:“Estas actividades son ocupaciones, y ese es nuestro eje como terapeutas ocupacionales”.
Un patrimonio que sigue vivo
El quelgo fue reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de Chile en 2023, un hito que valoró su importancia para la identidad del archipiélago. Ocho mujeres de la comuna. incluidas las hermanas Catilicán Millatureo, fueron distinguidas entonces como cultoras del oficio.
La jornada contó con la colaboración de la Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de la Región de Los Lagos y desde la organización expresaron su agradecimiento por una actividad que permitió aprender, compartir y honrar un legado que sigue vivo en las manos de quienes tejen memoria, identidad y comunidad.
