Workshop de salud apuntó a las claves para la prevención del cáncer
Campus Pto Montt
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El cáncer es la segunda causa de muerte en Chile, según indican las estadísticas del Ministerio de Salud. En las mujeres el cáncer más frecuente es el de mama, mientras que en los hombres es el de próstata. Asimismo, el tercer cáncer más frecuente es el gastrointestinal, donde Chile tiene la tasa más alta de cáncer gástrico en América Latina. En cuarto lugar, el cáncer al pulmón afecta por igual a hombres y mujeres y está fuertemente asociado al tabaquismo.

El cáncer se ha convertido en la principal causa de muerte en Chile, con más 31 mil fallecimientos anuales. Es uno de los datos que pueden obtenerse de la investigación titulada “Una instantánea del cáncer en Chile II: actualización sobre investigación, estrategias y marcos analíticos para la equidad, la innovación y el desarrollo nacional», que hemos tomado de Reaserchgate, uno de cuyos 19 coautores es Gareth Owen, académico de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Pontificia Universidad Católica, investigador del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia (IMII) y del Centro para la Prevención y el Control del Cáncer CECAN. Se trata de una “fotografía” de lo que ha ocurrido con el cáncer en Chile entre 2013 y 2023.

No obstante, la probabilidad de contraer cáncer se puede disminuir, según explicaron las especialistas de la organización sin fines de lucro Fundación Plantando Nutrición, que fueron las expositoras principales del Workshop Bienestar y nutrición: estrategias para reducir el  riesgo de cáncer de mama. La jornada fue organizada por el Departamento de Salud de la Universidad de Los Lagos, el programa de Derechos Sexuales y reproductivos del Sernameg y la Escuela Plantando Nutrición, en contexto con el mes de octubre como el mes de sensibilización sobre el cáncer de mama.

La doctora Carla Bittner, en su rol de directora del Departamento de Salud de la Universidad de Los Lagos, dio la bienvenida al público presente en la jornada realizada en el Aula Magna del Campus Puerto Montt. “Es muy importante saber y conversar de este tema que nos toca de cerca, porque el cáncer de mama es la principal causa de muerte oncológica, en mujeres chilenas. Es una condición que no sólo atañe a la persona que vive la enfermedad sino también a su entorno cercano y por eso, todas debemos estar preparadas para la prevención”, enfatizó la doctora Bittner.

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Es muy importante que conversemos estos temas y le otorguemos a la vida sexual y reproductiva un lugar de derecho y de cuidado”, agregó Francisca Pérez, directora regional del Sernameg.

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PILARES DE LA PREVENCIÓN

Paula Estefanía, directora ejecutiva de Plantando Nutrición se refirió a las claves para la prevención del cáncer, mediante lo que se conoce como “medicina en el estilo de vida”, que apunta a generar cambios en los hábitos diarios por medio de seis pilares relacionados con la alimentación, la actividad física, el sueño, los vínculos y las conexiones sociales, la disminución del consumo de sustancias y las técnicas de manejo del estrés.

Según detalló Paula Estefanía, un pilar principal es la actividad física que recomienda 150-300 minutos de actividad moderada o 75 a 150 de actividad intensa a la semana. El ejercicio reduce el riesgo de cáncer porque ayuda a controlar los niveles de estrógeno, insulina y factores de crecimiento, que en exceso puede favorecer el desarrollo de tumores. Asimismo, disminuye marcadores inflamatorios en el cuerpo, lo que reduce el ambiente propicio para el crecimiento de células cancerosas y fortalece el sistema inmunológico, porque mejora la función de las células inmunes como los linfocitos T, que detectan y destruye células anormales.

No obstante, la experta se refirió a otros beneficios que se derivan de la actividad física. “Mejora el estado muscular y cardiorespiratorio, la salud ósea; reduce el riesgo de hipertensión, cardiopatías, ACVs y diabetes; reduce el riesgo de mortalidad y ayuda a mantener un peso corporal saludable”, detalló.

Paula Estefanía agregó que en términos de salud mental, la actividad física reduce el riesgo de depresión, la ansiedad; reduce y previene el estrés, mejora las funciones cognitivas, aumenta la energía y el estado de alerta. Todo lo cual, también mejora el estado anímico, la autoestima, la autoconfianza, la sensación de éxito, disminuye la tristeza, baja la tensión y la ira. “En lo social, fomenta la integración social al conocer nuevas personas y hacer nuevas amistades; fortalece las habilidades sociales y las relaciones interpersonales. En algunos casos, incluso aumenta el tiempo que se pasa con la familia y en comunidad”, enfatizó.

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Publicado por: Paulina Ossa Magaña