Dr. Iván Pérez-Santos. Investigador Centro i-mar
La desoxigenación oceánica se ha convertido en otro de los factores de estrés importantes que impactan los ecosistemas marinos y en especial a los fiordos a nivel mundial. En general, el océano ha perdido alrededor del 2% de oxígeno disuelto en los últimos 50 años (150 mil millones de toneladas), y todos los escenarios de emisiones de CO2 proyectan una pérdida continua de oxígeno del 3 al 4% en todos los niveles de agua para el año 2100. Las principales consecuencias de la desoxigenación son: -Reducción de la calidad y cantidad de los hábitats de las especies marinas. -Mortalidad masiva de especies que no pueden cambiar de hábitat. -Reducción de la biodiversidad. -Aumento de las enfermedades y reducción de las tasas de crecimiento. -Aumento de la producción de gases de efecto invernadero y la -Disminución de la producción primaria.
Recientemente se reportó desoxigenación en las aguas oceánicas del Pacífico adyacente a la costa de Chile en interacción con los fiordos de la Patagonia norte mostrando una tendencia decreciente de -22 mmol/L durante 7 años (2016-2022). La principal causa de la desoxigenación se relacionó con el aumento en la advección hacia el polo de agua Ecuatorial subsuperficial que es muy pobre en oxígeno. La desoxigenación también se ha descrito en otros sistemas de fiordos, como en la Columbia Británica, fiordos de Noruega y en el sistema de la corriente de California. Al igual que en los fiordos patagónicos, el consumo de oxígeno por la remineralización de la materia orgánica se postula como uno de los mecanismos que contribuyen con la pérdida del oxígeno. No obstante, otros mecanismos también podrían contribuir como: -Deposición de materia orgánica en el fondo oceánico. -Aumento de las surgencias costeras impulsadas por el viento, el tiempo de residencia de las aguas y la estratificación de la columna de agua. -Disminución de la ventilación oceánica y la -Reducción de la solubilidad debido al aumento de la temperatura en aguas profundas.
La recopilación de datos in situ mediante diferentes sistemas y plataformas de observación es la forma más fiable de comprender mejor la desoxigenación oceánica. La comunidad oceanográfica debe seguir recopilando datos de oxígeno para profundizar en el conocimiento sobre las fuerzas naturales y antropogénicas que causan la desoxigenación y optimizar los modelos numéricos para realizar mejores proyecciones futuras de la desoxigenación oceánica.
Imagen cedida: Red Global de oxígeno GO2NE.
Publicado por: Loreto Bustos Novoa