En los programas curriculares de muchos países se propone iniciar a los estudiantes en el cálculo de la probabilidad desde edades tempranas. Se sugiere plantear situaciones en las que intervenga el azar, fundamentalmente ligadas a juegos y basadas en la experiencia. Para contextualizar dichas situaciones problema el docente generalmente emplea diferentes materiales tales como dados, urnas o ruletas, entre otros, por lo que es fundamental que reconozca diferentes variables que pueden influir en la dificultad de las tareas que programe. La investigación educativa nos informa que el docente puede identificar tipologías de razonamiento en sus estudiantes, según las estrategias que emplean en la resolución de problemas en el contexto de comparación de probabilidades, lo que resulta de gran utilidad al docente en la actividad de planificación del proceso de enseñanza y aprendizaje.