Analizamos y reflexionamos los cambios que provocó la adaptación de los procesos de enseñanza y aprendizaje, que veníamos desarrollando en la presencialidad, a condiciones de excepcionalidad. En particular, recuperamos aspectos positivos que ayudaron a mejorar las prácticas docentes como, por ejemplo, modalidades de evaluación no tradicionales, la inclusión de recursos tecnológicos para construir el conocimiento matemático, el trabajo colaborativo en documentos en línea y la participación en foros de discusión sobre Matemática. No obstante, también alertamos sobre los procesos que llevaron a que las clases de Matemática tuvieran connotaciones más conductistas, la falsa imagen generada en los profesores de haber mejorado sus prácticas docentes por videograbarlas y que los estudiantes no aprenden a pensar desde una ciencia por repetir definiciones y técnicas.
- Departamento de Ciencias Exactas
- Dr. Marcel D. Pochulu (Universidad Nacional de Villa María, Argentina)